103 años ha caminado «El hijo del trapero» por este mundo con un coraje y un estilazo brutales. Su cielo estará lleno de lances, duelos, bailes con su amigoBurt Lancaster, besos apasionados, gestos delicados con mujeres embarazadas, eso sí, todo con mucha fuerza, testosterona y garra.
La especialidad del señor Douglas eran las escenas intensas, ahí brillaba él sin necesidad de aceite para gladiadores, lo simple y recogido no era lo suyo, se fue un guerrero, un ganador, un superviviente a enfermedades, accidentes de helicóptero, prejuicios politicos.
Me lo imagino entrando a su cielo y allí todos a una le dirán:
_YO SOY ESPARTACO…
Y él subiendo un poco su sombrero (porque irá con sombrero, por supuesto) responderá:
_ Os lo agradezco, amigos, pero the real Espartaco SOY YO.
“Si me queréis seguidme” que tengo múltiples personalidades: