Bares qué lugares

Hola, me llamo Úrsula y me gustan los bares.

Hola Úrsula

La mayoría cuando nos preguntan por nuestras aficiones, por lo que realmente nos hace felices, respiramos, ponemos los ojos en blanco y decimos: leer, el mar, las series de Netflix…pero, no se por qué, nadie suspira y dice.

Qué me gusta un bar, Mari.

No tiene buena prensa, no queda cool, ni instagramer ni moderno.

Además, todos los bares me camelan: los chigres con olor a serríny tortilla de patata con salmonela, los gastrobares pijos, las cantinas verbeneras, el chiringo de la playa, el temático de los mercados, hasta el del camarero borde que te trata con suficiencia, TODOS, como los hombres altos, delgaduchos y cetrinos…espera que me salgo del tema.

Pues eso, quedas como una chuza si pregonas, defiendes orgullosa tu querencia la barra (guiño a Gabinete)

Si te dicen: vamos a hacer una rutina de montaña y especificas que si no hay bar no acudes, ¿no van y te miran mal?

Te voy a enseñar una playa preciosa, una arena, unas vistas, no va nadie… cómo que no va nadie, irá el repartidor de Mahou, o qué, una playa sin cerveza es un secarral.

Y vuelven a torcer el hocico.

Uno de los momentos más felices de mi vida fue en un hotel (que fuera Punta Cana y a las 10 de la mañana ya llevará 4 cócteles Banana Mama no es el caso) con el culo sentado en un taburete de un bar, escucha eh, que ESTABA DENTRO DE UNA PISCINA.

Oi, oi,oi, de cintura para abajo sirena y de cintura para arriba parroquiana: el Valhala, el Olimpo, diría el Cielo pero es que el camarero era más temática infernal.

Hay muchas cosas en la vida que espero morirme sin hacer y una de ellas es el descenso del Sella (que sí, que lo pasáis muy bien, calla y escucha) pero casi (CASI) me convencen diciéndome que había paradinas con suministro, lo que viene siendo bares a pie de río y esa es una idea cojonuda, propia de mi tierra, si es que cada día estoy má orgullosa de ser asturiana, de verdad.

Escancia otra, chatín que toy seca

Por supuesto esto lo estoy escribiendo en una sidrería que es el mejor bar del mundo y aquí no admito discusión.

Otro día, si eso, ya hablamos del «Ulises» de Joyce, del «Acorazado Potemkin» y de que también me gusta beber agua y comer en los bares, no soy una sátira 😁.