Hoy paseamos el Río Pigüeña cuajadito de peces automovilísticos y figuras míticas en el barrio. Correr al fondo de esta calle y que tu madre se desgañitara llamándote
no tenía precio, yo la recorría bastante jugando y en mi peregrinar de casa en casa comiendo lentejas, como todas las vecinas sabían que me gustaban me guardaban una fiambrerina o directamente me sentaba a la mesa y allí comía con el resto de la familia, soy una esperta lentejera, y de ahí viene mi fuerza titánica y mi físico férrico 🙄🤣🤣🤣🤣🤣.