Santina de Covadonga: ¿es obra tuya? Está corriendo gente que no daba ni un paso….¡MILAGRO!
El personal sacando las BH azules del trastero, que tienen que salir con ruedines a pasear porque los cojones que el andar en bici no se olvida, menudos cuadros se ven.
Mi vecino Lolo que iba a por el tabaco de estraperlo en coche a 100 metros de casa se ha puesto una camiseta de «La casa del pintor» un pantalón de esos con dos rayines arriba y, hala, a caminar como las locas, se va a hacer daño, ya verás. Se oían rumores de que Diamantina, la de los plásticos, estaba lesionada por hacer yoga, que Ricardo el de la panadería rompió un menisco con la estática, que si el guaje del madreñero puso un palo de la escoba para hacer dominadas en una hueco y se cargó un tabique. Pensé que eran «fake news» de radio patio pero NO, Mari, visto lo visto: ese relojero caminando rápido como un Rajoy cualquiera con su santa al lado disfrazada de influencer, esa vecina transoceánica que sale con un palo de profesional que tiene pinta de no parar hasta llegar a Santiago de Compostela. Tengo miedo: esa compañera de trabajo que cuelga fotos de la Senda del Oso a las 7 la mañana …yo pensé que estaría cerrada a esas horas, el osu estará como un tronco, llámame ignorante.
¿Y si es contagioso? y si a las ocho me da un chungo y me tiro a andar a lo loco, sin destino, con los bares cerrados, ves: eso si que me da aprensión, ríete del bicho chino. Se empieza saliendo a dar una vuelta pa despejar y, ya te lo dije más veces, Mari, si termino un domingo madrugando para hacer u a rutina de montaña: INTÉRNAME, sin piedad.
Qué tiempos más jodidos, voy a ver el documental de Michael Jordan en Netflix, eso es lo más cerca que voy a tener el deporte. Conmigo van a poder:
JA
En otros capítulos
Fiestas de prao experimentales
Carta abierta (como la ventana) al mi vecín
Carta abierta al mi vecín II
Carta abierta al mi vecín III
Carta cerrada como mi corazón
Wassap en grupo
Carta abierta a los mis vecinos
Mi caótica biblioteca 