Sabes ese romano de los cómics de «Asterix y Obelix» que siempre va con una nube sobre el terrao, pues así amanecí hoy.
Hay varias soluciones: psicotrópicas, new age, y mi preferida, a las bravas. Soplar, soplar y soplar como el lobo pero con argumentos sólidos: Mari, déjate de películas, mañana puedes estar muerta y la nube esa no tendrá sentido, ya no la verás, polvo serás y no polvo enamorado sino polvo triste, húmedo, patético.
¡Espabila coño!
Este es mi consejo matutino, tú misma.