Día 19 de septiembre, Oviedo, cualquier año. Suena el teléfono:
_Hola Rosina, qué tal.
_ Home, Ramón, cómo me llamas, asómate a la ventana que nos oímos.
_No, muyer, llamo para felicitarte por tu día.
Día 19 de septiembre, Oviedo, cualquier año. Suena el teléfono:
_Hola Rosina, qué tal.
_ Home, Ramón, cómo me llamas, asómate a la ventana que nos oímos.
_No, muyer, llamo para felicitarte por tu día.
Santiago era un poco pinta que se decía en los años 30 del siglo pasado, un día su hermana estaba trajinando por la cocina y lo vio pasar, de pronto una monja muy joven apareció corriendo y le tiró un poco de la manga, él se agachó y ella