Vietnam, siglo XIX, una niña de 14 años se casa con un señor con carné asiático. Este film es un vietnamismo lorquiano con un microcosmos que conforma esa nueva familia en la que la guaja aterriza (en carruaje, porque es el siglo XIX).
Es la tercera mujer y muy joven así que todo el mundo le pasa por encima, pero ella lo ve normal, creo drama. Es un café para los muy cafeteros, no se dice una palabra hasta el minuto nueve (casi mejor porque la vi en versión original y tengo el vietnamita pelín oxidado, ELLA, la políglota) pero no importa, la fotografía es tan preciosista que no hace falta que hablen, y ya comienzas de la mano de la protagonista a descubrir el culebrón de celos, luchas de poder, sexo, alcohol y yemas de huevo (lo tendrás que ver).
¿Me gustó? Me encantó, pero estaba en modo mear colonia, cagar margaritas y alimentar unicornios, para un domingo por la tarde, a no ser que estes con ese plan y ese cuerpo de cine asiático festivalero, no te lo recomiendo, Mari, que después me ves por la calle y me reprendes 😏.
Bueno, y como sigue habiendo gente nueva (perdón por la cuña) “si me queréis seguidme” que tengo múltiples personalidades: