Jean Louis Finch tiene seis años y nos cuenta a través de su voz inocente el día a día en un pueblo del sur de Alabama, Maycomb.
Scout es el apodo por el que todos conocen a la narradora de esta novela, la damita sureña miss Jean Louis prefiere enfundarse en su mono de chico e ir a correr aventuras de verano con su hermano Jem y su amigo Dill. Uno de los juegos preferidos de la pandilla es merodear por la Mansión Radley donde se haya encerrado el protagonista de una de las leyendas negras más populares de Maycomb: Boo. Atticus el padre de los chicos es un abogado serio y metódico que los cría con la ayuda de su empleada negra Calpurnia y más tarde con la intervención la estirada tía Alexandra. Atticus Finch se verá envuelto en un juicio donde casi toda la población se pondrá en su contra por atreverse a representar a Tom Robinson, un negro acusado de violar a una blanca, este hecho provocará un terremoto en las vidas de Scout y Jem y ella lo contará con su intuitiva perspectiva infantil.
Matar a un ruiseñor describe con detalle la vida de un pueblo de la América profunda en los años 30, a través de los ojos de una niña muestra el racismo imperante, el clasismo (porque dentro de los blancos también hay distinciones, castas), el machismo y a una sociedad que se resiste más de 60 años después de la Guerra de Secesión a que se la lleve el viento. Todo el pueblo desfila en la novela con Atticus Finch a la cabeza, pertenece este abogado a una familia con abolengo (como le recuerda una y otra vez su pesada hermana Alexandra), su rectitud y sensatez son casi irreales de lo perfecto que resulta, quizá solo a veces parece que descuida un poco a sus hijos pero intenta como viudo criarlos bien , impulsándolos a que piensen por sí mismos, no es un idealista, sabe que las cosas cambian poco a poco pero él está dispuesto ha contribuir con su granito de arena. Calpurnia es en la casa la figura materna que falta con las debidas distancias que impone la raza y la clase, se ve respaldada por su patrón a la hora de educar a los niños, una opción que algunos no ven bien, gracias a ella Jem y Scout tienen acceso a otro punto de vista de la vida no solo el que provienen de su familia privilegiada. Miss Maudie, la tía Alexandra o mistress Dubose son otras figuras que de una u otra forma influyen en la vida de los chavales y les dan lecciones importantes, aunque Scout en ocasiones no lo vea así.
El nudo de la novela se produce cuando un trabajador negro Tom Robinson es acusado de violar a Mayella Ewell, una muchacha de 19 años que pertenece a una de esas familias marginadas que Scout tan bien conoce y distingue, como deduce la niña debe de sentirse muy sola ya que no tiene con quién relacionarse, para unos es una pobretona y para los negros no es correcto tener contacto con ella, solo le queda en la vida cuidar de sus geranios y encargarse de 7 chiquillos traviesos (más bien delincuentes en potencia), ve pasar todos los días por delante de su destartalada casa a Tom , lo llama y el lío está servido en bandeja Atticus defenderá a Tom y con ello se granjeará la enemistad eterna del padre de la chica que no parará hasta vengarse.
Harper Lee mediante el recurso de la voz infantil, y mucho humor e ironía, hace una crítica a una sociedad anclada en el pasado con un modelo de comportamiento que aun tardará mucho en cambiar, hoy en 2015 aun no se ha superado totalmente. De forma muy inteligente argumenta con palabras e ideas sencillas en contra de la discriminación y el clasismo, en un momento determinado Scout pregunta que si Hitler es tan malvado por asesinar a los judíos y su profesora llora por ellos, por qué trata tan mal a los que son de su propio país simplemente porque son de otro color, touche Scout. La escritora publicó la novela en 1960 y ganó con ella el premio Pulitzer, un éxito arrollador inspirado en sus vivencias infantiles y en un hecho que sucedió cerca de su ciudad de origen Monroeville, muchos de los personajes están inspirados en su vivencias aunque negaba que fuera una novela autobiográfica, aunque defiende el escribir con sinceridad sobre lo que se conoce. Es famosa la identidad que se encuentra bajo Dill , el compañero de correrías de Scout y Jem es Truman Capote con el que mantuvo una gran amistad hasta el fallecimiento del escritor (también hay un rumor según el cual Capote habría escrito la novela o al menos la gran mayoría, pero varios documentos han desacreditado este cotilleo).
Harper Lee escribió en 1960 un clásico con un personaje Atticus que ha quedado como arquetipo de moralidad y una niña Scout que con sus ropas de chico y la pérdida de su inocencia desnuda a sus vecinos poniendo de manifiesto su atavismo.
“Los ruiseñores no se dedican a otra cosa que a cantar para alegrarnos. No devoran los frutos de los huertos, no anidan en los arcones del maíz, no hacen nada más que derramar el corazón, cantando para nuestro deleite. Por eso es pecado matar un ruiseñor.”
Deberes para lectores caóticos: En 1962 se llevó a la pantalla Matar a un ruiseñor con Gregory Peck como Atticus (ganó el Oscar como mejor actor, el único de su carrera) y Robert Duball como Boo, entre otros. ¿Con qué os quedáis con la película o con el libro? El libro al ser más detallado aun hace que disfrutes más de la gracia y el encanto de Scout.
Me quedo con el libro a pesar de considerar la película otra maravilla. 🙂
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Ya somos dos.
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Yo también me quedo con el libro. Es uno de esos que puedes decir que son mágicos.
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Sí, yo no me canso nunca de meterme a vivir un ratito en Maycomb, Alabama.
Gracias por pasarte.
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